Cuando el marketing no falla, pero el cliente se escapa: El arte de convertir interesados en clientes reales
Introducción: «El marketing no funciona»… ¿O el problema está en otro lado?
Seguro que lo has escuchado (o dicho) alguna vez: «He invertido en publicidad y no ha servido para nada». Parece que el marketing es el villano de la historia cuando los clientes no llegan en masa a pedir citas. Pero, ¿y si el problema no es el marketing en sí, sino lo que pasa después?
El marketing hace magia atrayendo clientes potenciales, pero convertirlos en clientes reales es otro cuento. Es como preparar una cita perfecta y, cuando la otra persona llega, quedarse en silencio sin saber qué decir. No es que la estrategia estuviera mal, sino que faltó el cierre.
Marketing y ventas: Un trabajo en equipo
Imagínate que el marketing es un anzuelo y los clientes son los peces. La estrategia de publicidad los acerca, los hace morder el anzuelo, pero si luego no sabes recoger la caña con cuidado, el pez se escapa.
Atraer clientes es solo la mitad del trabajo. La otra mitad es convencerlos de que realmente deben tatuarse contigo. Y eso pasa por algo clave: una atención al cliente impecable y un proceso de conversión bien estructurado.
Los errores más comunes al convertir clientes potenciales en clientes reales
1. No responder rápido
Los clientes que preguntan por un tatuaje suelen estar explorando opciones. Si tardas días en contestar, ya han contactado con otro tatuador que sí les ha dado respuesta inmediata.
2. Respuestas frías o poco convincentes
El clásico: «¡Hola! Cuántame tu idea» y después, un silencio sepulcral o respuestas secas. Los clientes quieren sentir que su idea te importa, que están hablando con un profesional entusiasmado por tatuarlos.
3. No hacer seguimiento
El cliente te preguntó precio y tú le contestaste. Pero si después no volvió a escribir, ¡también es tu trabajo retomarlo! Un simple «¡Hey! ¿Sigues interesado en hacerte el tatuaje?» puede marcar la diferencia.
4. No cerrar la cita en el momento adecuado
Si alguien ya está interesado, no lo dejes escapar. En lugar de responder con un simple «Mira mi disponibilidad en Instagram», dáselo hecho: «Tengo hueco el jueves y el sábado, ¿cuál te va mejor?».
¡Cáptalos y conviértelos en clientes reales!
Si haces marketing y la gente se interesa, pero nadie reserva cita, el problema no es la publicidad. Es que falta una estrategia de conversión. La solución está en:
- Responder rápido y con interés.
- Hacer seguimiento sin miedo.
- Facilitar el proceso de reserva.
- Mostrar entusiasmo y profesionalismo en cada interacción.
El marketing te pone en la mira de los clientes, pero el arte de convertirlos en citas confirmadas depende de ti. ¡No dejes que el pez se escape!
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